Si pudiera, sería un dragón de fuego,
y con una llama feroz arrasaría cada sombra,
Destruiría lo que te quiebra,
lo que te deja sin aliento, sin fuerzas.
Pero no soy yo quien puede volar por ti.
Mi grito no cambiará tu mundo,
aunque quisiera romper el silencio por completo.
Solo tú, con tus pasos, puedes liberar tu voz,
solo tú puedes encender tu propia llama.
El día que decidas alzarla,
tu vida se abrirá como el amanecer tras la tormenta.
Lo que ahora te encierra se disolverá,
y serás libre, porque siempre has tenido el poder.
Solo espero que lo creas,
y todo será luz.
Cuando lo hagas, sentirás el viento a tu favor,
la paz te envolverá como un abrazo cálido.
Te sorprenderá la claridad,
la sonrisa suave que nace sin esfuerzo,
el aire limpio de una nueva vida.
Y entonces, la tranquilidad será tu compañera,
la felicidad, tu paso firme.
Serás libre, serás plena,
porque siempre has sido más fuerte que la oscuridad.